domingo, 25 de mayo de 2014

Gaba Echeverria: Que va a ser de ti lejos de casa...


Cuando se levantó del piso, tenía la imagen de la cerámica roja de la habitación, y la sensación del tirón en el pelo. Le ardía una rodilla y el labio parecía que se iba a hinchar. No podía pensar, lo siguiente que vio fue como él se iba al baño, abría la ducha, se cepillaba los dientes. El corazón era una masa que le obstruía la respiración pero estaba calmada y alerta al mismo tiempo.

 

Sin pensar empezó a accionar. Fue a ver a la nena a la cuna pero no la encontró, la tenía Marta, que al escuchar los gritos se la llevó para abajo. Marta sabía, entendía, la miró con compasión, pero no conversaron, ella le pidió que cambiara a la bebé, y esperó frente a su computadora a que él bajara y se metiera en el estudio  a trabajar con el diseñador que ya había llegado.

 

Entonces se cambió, preparo un bolso con ropa y pañales, sus libretas y agendas, y dos bolsas más con más ropa y sus documentos. Con la bebé acomodada, puso en el cochecito todo lo que pudo entrar sin que pareciera una mudanza, y le dejó a Marta las bolsas restantes. Le dijo que esperara media hora y saliera con las bolsas hasta el café de la esquina. Entró en el estudio para sacar los documentos del banco, de su dinero en el banco, con la excusa de que iba a renovar el plazo fijo se despidió de él, que disimuló muy bien frente al empleado y la despidió con un beso. Después abrió la puerta, sacó el cochecito con la bebé, cerró y no volvió nunca más.

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